Sobre nosotros
Escritores, formadores, terapeutas holísticos y coaches
¡Hola! Somos Carla Giorgis y Maximiliano Castro. Hemos desarrollado un versátil abordaje holístico del coaching: el Coaching Integral, que cuenta con decenas de potentes herramientas para la resolución de los conflictos personales.
Somos autores del libro «Coaching Integral: una visión holística del coaching»; de la novela de autoconocimiento «Un pastel de moras para doña Carmela»; del libro «El estado Despierto» (en proceso de edición); del «Programa de Entrenamiento» de 13 sesiones para el desarrollo personal, y de la «Formación de Entrenadores en Coaching Integral», que tiene dos niveles de capacitación: el nivel profesional y el nivel avanzado. Brindamos seminarios, libros y cursos de formación para cientos de personas desde hace más de 10 años.
Quizás te interese saber que, más allá de promover el logro de diversos objetivos materiales y afectivos, nuestro enfoque de trabajo prioriza la restitución de la paz, así como el desarrollo de madurez, compasión y sabiduría. A lo largo de los años, a través del contacto cercano con muchísimas personas, creamos estrategias originales y muy efectivas para encontrar soluciones prácticas y perdurables a los problemas de los seres humanos.
Por lo pronto, estamos a tu servicio. Nos encantaría acompañarte y enseñarte lo que sabemos. Ojalá podamos conocerte y hacer un valioso aporte a tu vida.
¡Bendiciones! Estamos en contacto ♥
Carla y Maxi
Algunos recuerdos
Nuestra historia
UNA MAÑANA DE 2010, Carla se encontró a sí misma llorando ante las tres monedas de 10 centavos que había sobre la mesa de su pequeña casa. Esos treinta centavos eran todo su capital en ese momento. No exagero: eran literalmente el único dinero que tenía para afrontar los gastos del mes. Hacía apenas unas semanas que había vuelto a Río Cuarto, su ciudad natal, después de que se frustraran sus intentos profesionales en la capital de la provincia, adonde se había mudado como baterista de la banda de músicos de la que formaba parte desde hacía varios años. En el medio, había atravesado un severo problema de salud por el cual estuvo aislada durante más de ocho meses en otra ciudad, tratada con medicación para la epilepsia, aunque su diagnóstico era incierto.
Por mi parte, había estado trabajando como guardia de seguridad en un barrio privado desde hacía casi ocho años, y recientemente se había corrido el rumor de que pensaban despedirme por una “reducción de personal”. Como prevención, debido a que tenía el difuso proyecto de recorrer el mundo algún día, se me ocurrió hacer el curso de guardavidas que la Cruz Roja dictaba todos los años en la capital de la provincia. En el viaje que hice para averiguar las condiciones del cursado, Carla y yo nos conocimos y enamoramos. Los dos teníamos importantes conflictos irresueltos por aquel entonces, y como se ve, no estábamos precisamente en la cima de nuestra realización personal. Pero pese a todo fuimos capaces de reconocer el amor auténtico cuando nos encontramos, y así comenzó nuestra historia juntos.
Esa mañana de 2010 en la que ella disponía de apenas treinta centavos para afrontar sus gastos de vida, llegó a la evidente conclusión de que tenía solamente dos opciones: podía desesperar… o podía hacer algo al respecto. Así que tomó la decisión firme de transformar su situación laboral y económica sin demoras, y sin importar cuánto esfuerzo implicase. Esto, felizmente, fue el inicio de un sorprendente y hermoso cambio en su realidad personal, así como en la mía.
Carla había tenido siempre una inclinación muy marcada hacia la percepción intuitiva y el autoconocimiento; hacia la exploración de las instancias sutiles de la existencia, la comprensión de la mente y los fenómenos emocionales, etcétera. Y de hecho, con frecuencia recibía a personas que la buscaban para que las ayudara a comprenderse mejor a sí mismas, y con quienes tenía largas conversaciones en la cocina de su casa, que conducían a profundos descubrimientos y a la resolución de los conflictos que abordaban. Visto en retrospectiva, eran una suerte de sesiones de coaching, informales y espontáneas.
Como esa actividad combinaba su disfrute y talento natural con la necesidad y apreciación de un número significativo de personas, nos pareció que tenía el potencial de convertirse en el medio de vida perfecto para ella, y a esa meta se entregó con determinación y confianza. En realidad, durante un par de años, los dos nos sumergimos en un comprometido proceso de estudio y reflexión autodidacta de las propuestas de diversos instructores y corrientes del desarrollo personal. Sobre la base terapéutica y filosófica que decantó de esa investigación inicial, diseñamos una estructura dinámica de trabajo para sesiones individuales, y otra para encuentros grupales, y muy pronto Carla las puso a prueba con sus primeras consultantes formales como coach, y luego a través del Programa de Entrenamiento, una serie de talleres que comenzó a dictar para la docena de personas que se sumaron al primer grupo, en el año 2013.
En ese contexto inició la investigación empírica que llevamos a cabo juntos sobre la condición humana y la mecánica de los conflictos personales, cuyos frutos organizamos finalmente bajo el nombre de coaching integral, después de algunos años de indagación, experimentación y análisis con las cientos de personas que asistieron a las numerosas ediciones del Programa de entrenamiento, a las consultas individuales que brindaba Carla y a las que dicté yo posteriormente. La experiencia práctica muy pronto nos dejó en claro la necesidad de abordar los problemas del ser humano desde una perspectiva holística, integradora de sus diversos componentes y facetas, para poder hallar y entender las verdaderas causas de esos problemas, lo mismo que para aplicar soluciones efectivas y perdurables. Así que desarrollamos una extensa gama de recursos y abordajes para que, como coach integral, dispongas de una caja de herramientas completa, realmente útil para servir a tus consultantes más allá de sus tendencias naturales y las singularidades de sus conflictos.
Estamos seguros de la eficacia de este sistema de trabajo porque constatamos sus maravillosos efectos positivos en muchísimos casos a esta altura, no solo en aquellos que tratamos nosotros directamente, sino por las noticias y anécdotas que recibimos de parte de los entrenadores integrales que se capacitaron en nuestros cursos de formación. Pero sobre todo, estamos seguros de la efectividad del coaching integral porque hemos comprobado en nosotros mismos las consecuencias benéficas de aplicar con seriedad sus estrategias y técnicas. En nuestro pasado conjunto, hay escenas de orfandad, violencia doméstica, abuso sexual, complicaciones de salud, adicción a las drogas, ludopatía, tendencias suicidas, sueños frustrados y algunas otras carencias, y cada uno de esos potenciales obstáculos a la felicidad se transformaron, mediante el enfoque y las herramientas que contiene este precioso manual de trabajo, en lugar de impedimentos e “injusticias”, en escalones sólidos de nuestra paz, y de nuestra fortalecida vocación de servicio para que también otras personas puedan trascender dificultades como esas, y sean capaces de ayudar a otros a lograr lo mismo.
Deseo con todo mi corazón que este compendio de los conocimientos que logramos reunir en un período muy hermoso de nuestras vidas, sea una fuente de grandes bendiciones para cada uno de los lectores, así como para sus seres queridos, y para todos aquellos a quienes la inteligencia de la vida les haga llegar en busca de ayuda.
…por Maximiliano
Los coaches dicen
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